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"Abrir tu corazón es la clave, y recuerda que ya tienes la llave".

¡Ay, espíritu del Cacao! ¡Qué agradable recibirte!

 

“Cuenta una leyenda, que el dios Quetzalcóatl robó el árbol del cacao del paraíso de los dioses y lo plantó en un pueblito tolteca para que sus habitantes estuvieran bien alimentados y, de esa manera, pudiesen dedicarse completamente a ser mejores personas”.

Medicina del corazón

Obviamente la leyenda es más extensa y rica (y, probablemente, no sea la única) peeeero a nosotras nos encanta y le encontramos todo el sentido, ya que el cacao, por una parte, a nivel fisiológico es riquísimo en antioxidantes naturales; tiene un nivel elevado de teobromina, la cual produce hormonas que favorecen a sentir relajación, tranquilidad y felicidad; y estimula el sistema renal y el sistema nervioso central. Además de contener pequeñas cantidades de otras sustancias endorfínicas, que estimulan los centros del placer e inducen a la sensación de amor constante. Así que, sin duda, aquel o aquella que lo tome, va a estar bien alimentado, conectado y cuidado por él. 

 

Y a nivel sutil, por otra parte, el espíritu del cacao va a colaborar con quien lo tome (por supuesto), peeeero también con toda aquella o aquel que sienta su llamado y elija establecer contacto intencionadamente (incluso sin necesidad de tomas).

Como planta maestra y aliada nos puede servir de guía, nos puede brindar conocimientos, ayudar a sanar e invitar a hacer trabajos (y es una pa sa da, palabrita).

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"El tambor te da la conexión, acompasa tus latidos con los del Gran Corazón."

El tambor es como un caballo que, con su sonido, te conecta con el latido de tu corazón y el de la Tierra y te lleva a estados alterados de conciencia para ayudarte a conectar con la otredad y así recibir la información y la medicina que allí aguarda.

 

¿Dispones de esta preciada herramienta para tus viajes? Si es que sí, es momento de hacerla sonar y dejar que te acompañe por esos reinos y también a sacar tu voz. Ábrete a experimentar y a soltar todos aquellos sonidos que nacen de ti. 

Tambor

Si no dispones de él, quizá es el momento de que te hagas con uno, ya sea creándolo con tus propias manos o adquiriéndolo de una manera respetuosa. No te olvides de darle los cuidados que requiera, limpiarlo y consagrarlo y sobre todo, dejarte ir sin juicio hacia dónde te quiera llevar.

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solo tambor
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jam2 con risas
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