Con luz has de llenar aquello que has limpiado para que no se vuelva a ensuciar.

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¡OMG! Estás ya casi, casi, al final de este recorrido. ¡Esperamos que las aventuras te hayan acompañado, que los aprendizajes hayan dado sus frutos, que los procesos hayan sido transformadores y queeeeee, la suavidad, la alegría y la dulzura hayan andado contigo!

 

Antes de dar el salto al fin (que, atención spoiler: no es más que otro inicio), sería ideal que asentaras  todo lo vivido. Una buena manera de hacerlo es tomando una herramienta mágica y rellenases de luz todos aquellos huequecitos o brechitas que quedaron abiertas después de tanto movimiento y trabajo de sanación. 

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Recuerda abrir círculo antes de empezar con ese relleno luminoso, busca un lugar que sea cómodo para ti y llama a los maestros que quieran acompañarte. Si dispones de alguna herramienta mágica, utilizala. No hay prisa, disfruta del proceso y tómate todo el tiempo que necesites.

Una vez sientas que ha finalizado, agradece y cierra círculo. 

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Por cierto, estaría bien preguntarle a tu herramienta si necesita alguna recarga después del trabajo realizado (como pasarla por el fuego de una vela o dejarla a la luz de la luna, que suele irles muy bien).

 

Por otro lado, ¿are you ready para conocer tu lugar de limpieza en el astral? 

Yesss beibi! Hay lugar de limpieza y hay audio. 

¡Ponte cómoda y dale al play!