

altar
"Un espacio sagrado es necesario crear. Tus aliados y tú uniréis vuestro poder en este mágico lugar".
¿Tienes en mente la carta del mago del tarot?
En ella, un joven juega, en la mesa de la vida, con distintos elementos (copas, oros, bastos y espadas, o lo que es lo mismo, agua, tierra, fuego y aire).
Los combina y crea, alquimizando su energía e intención, aquello que desea.
Pues esa es la invitación que te trae esta casilla en estos momentos: que te metas en el papel de ese mago (o maga) y que juegues con los elementos y recursos -ya disponibles para ti- para crear de manera intencionada. Soooo let’s do this!
Primero de todo, si ya tienes un altar, ¡perfecto! Revisa cómo está su energía, si necesita algún ajuste o similar y ¡dale! Luego pregúntale si desea acoger nuevos elementos para estos nuevos trabajos que inicias. De ser así, manos a la obra. Y si es que no, ya sabes, tocará crear uno nuevo específico.
Si no tienes altar (o, si lo tienes pero te toca crear uno nuevo), ¡que empiece la magia!
Encuentra un lugar especial para tus asuntos “brujiles y chamaniles”, un espacio que sientas seguro y con bonita energía en algún rincón de casa.
Después conecta con aquellos objetos que te servirán para representar los distintos elementos (o directamente los elementos en sí).
Abre círculo (repasa, si lo necesitas, la Casilla 1) y, según sientas coloca los elementos.
En este espacio que estás creando, no sólo se concentrarán las energías de los elementos con los que crear, si no que también se abrirá un espacio para que las espiritualidades puedan ser representadas. Será el lugar donde hacerles ofrendas y darles cobijo.
A pesar de que hay cosas que son comunes entre los altares, lo cierto es que, finalmente, todos ellos son únicos. Dependen de la energía y la intención de la persona o personas que los crean.
¿Cómo desea ser el tuyo? ¿Qué apariencia tiene o quiere tener? ¿En qué lugar quiere estar? ¿Cómo requiere ser cuidado? ¿Qué espiritualidades representarás en él?
Recuerda poner conciencia en que estás creando un lugar poderoso y mágico, un puente entre los Mundos.
Warning! De nada sirve tener un altar si lo tienes descuidado, lleno de polvo y sin hacerle caso (en realidad eso puede ser contraproducente). Así que, si sientes que puedes sostener un altar fijo, hazlo. Si no, puedes abrirlo y “construirlo” para un trabajo o tiempo concreto y después cerrarlo de nuevo.